miércoles, 13 de julio de 2011

Recargando las pilas portátiles

En julio de 1990, mi papá me regalo mi primer Game Boy, cumpliendo satisfactoriamente sus expectativas académicas de aquel año de primaria. A propósito de esto, tengo la sospecha de que mi padre seria un gamer actualmente si le buscara un poco. Tiene juegos instalados en su iPod pero no creo que encuentra el adecuado para el.

Mi punto es que desde aquel momento, siempre he tenido en mi posesión un portátil. Desde el Game Boy hasta el 3DS, nunca viajo sin uno en mi mochila, aunque muchas veces no juegue; para mi es imposible salir sin la seguridad de que ahí se encuentra, para salvarme del aburrimiento o ayudarme a pasar el tiempo.

Por un tiempo, mi propio iPod cumplía esos propósitos, llenando mi vida con minutos de gratificación en lo que la pila rápidamente se le restaba a mi aparato. En otros momentos, mi PSP era mi fiel aparato, especialmente con mi temporada de beis en MLB 09: The Show. El DS, por alguna razón, había quedado relegado a mi cajón.

Esto cambio hace unos meses con la adquisición del 3DS. En parte es el que te esta contando los pasos que tomas y dando monedas por ello, las cuales puedes usar en algunos juegos. Lo otro, mas importante, es que se encuentra en constante comunicación con tu entorno, buscando otros usuarios y compartiendo información con ellos. Es una agradable sorpresa salir y después de un rato ver esa luz verde prendida con la noticia de que pasaste por algún otro dueño de un 3DS.

Así que estoy contento de tener nuevamente un interés en juegos portátiles, no solo del 3DS pero también del DS, cuya oferta de juegos es increíblemente grande y en honor a eso pienso revisar mis juegos para encontrar mis favoritos y compartirlos en las siguientes semanas. No ocupo encontrar un pretexto para jugarlos de nuevo pero mira nomas, de cualquier manera encontré uno.

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