miércoles, 11 de noviembre de 2009

¿Por qué no puedo dejar de jugar? Parte I

Claro que PODRIA dejar de jugar si quisiera. Pero al igual que dejar de tomar o comer carne, prefiero no hacerlo. Pero, ¿Qué es lo que me tiene a mí y a millones de personas atadas a sus computadoras, teléfonos, portátiles o consolas, ya sea por 5 minutos o 5 horas. Incluso, hoy leí una noticia acerca de un muchacho que ya lleva 48 horas registradas en el nuevo Call of Duty: Modern Warfare 2. El juego salió ayer.

Nunca he diseñado un juego de video, pero es mi sueño algún día trabajar en ello o en un juego de mesa. Las similitudes están ahí, pero por el momento quiero mencionar 6 elementos del diseño que contribuyen a que una persona no quiera dejar el control y salir a esa cosa que llaman “naturaleza”.

Coleccionar: Desde pequeños tenemos eso que parece casi instinto de poseer cosas y que sean nuestras. Muchos juegos nos atrapan con la invitación de completar colecciones, lo cual puede ser explicado por una necesidad de no dejar cosas abiertas o incompletas. De los mejores ejemplos de esto también es de los más exitosos: Pokémon.

Puntos: Nada habla de nosotros como las jerarquías y la competividad. Aunque el ejemplo obvio es querer establecer records y superar marcas, tales como dejar tus iniciales en un juego, también vemos ejemplo de esto en sitios como Facebook y MySpace, donde puedes votar, dejar notas y ver que tan popular es alguien por el número de comentarios que reciben.

Feedback: También conocido como la retroalimentación, pero no me gusta esa palabra. Aquí se encuentra la teoría del condicionamiento operante, reforzando de manera positiva cuando obtienes algún éxito. Muchos juegos envían mensajes (incluso ahora por correo o directo al teléfono) de cuando alguien está jugando, ocupa tu ayuda o paso a otro nivel.

Otros 3 para mañana.

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